QUE-SOBORNO
Roger Laid
La Ley de Infraestructura de Calidad, que se publicó el pasado 1 de julio de 2020, en su artículo 3 numeral XI señala:
“Ordenar la suspensión o prohibición de la comercialización de bienes, productos y servicios, incluyendo la inmovilización de los mismos para impedir su comercialización, así como establecer las medidas tendientes a proteger a los consumidores de aquellos bienes, productos y servicios de los cuales se haya detectado incumplimiento con las Normas Oficiales Mexicanas”
Aunque es una medida bastante oportuna, la actual administración siempre que tiene un golpeteo en las redes y medios informativos sale con estas acciones que logran captar la atención de la respetable sociedad. Y nos enteremos porque:
La guerra de los quesos le han nombrado la mayoría de medios nacionales a la prohibición de algunos productos lácteos de grandes compañías del país que hicieran la Secretaría de Economía y la Profeco. Inmediatamente las Cámaras y las compañías afectadas lanzaron una ofensiva con AMLO, en el mismo sentido se unieron periodistas y analistas ocasionando que este affaire se convirtiera en trend tópic y también que se desatara una ola de declaraciones que ahondaron aún más las diferencias entre empresarios y gobierno.
Ambos lados con exceso y estridencia protegiendo sus posiciones y desde luego sus intereses.
Por un lado el gobierno enarbolando el asunto como un gran logro en su combate a la corrupción, destacando la sanción como algo inédito, lo cual es alejado de la verdad. Y usted podrá darse cuenta estimado lector.
Por el otro lado, el empresarial declarando que sus productos si cumplen con la norma, lo cual también es alejado de la verdad ya que es algo sabido que son hábiles en sustituir ingredientes y mentir al público incluso apoyados en campañas publicitarias en diversos medios y cadenas de televisión nacionales y extranjeras.
En medio de esto se encuentra la salud del público consumidor algo que reiteradamente le ha importado muy poco a las empresas que ahora se dicen afectadas, incluso al gobierno pasado y ahora en esta administración esta camoflageada como un “bum” de atención a la salud social pero en el fondo lleva agua a su molino y de paso ejerce presión a los empresarios para que crean en la transformación.
OPERATIVO: DOS PAJAROS DE UN TIRO
Penosamente la Profeco en este tipo de asuntos y situaciones le ha faltado profundizar y exponer otros casos como los de la gasolina y elevación de precios que se dio en la pandemia y actualmente no los han regularizado y se mantienen en las mismas, mientras la dependencia federal bien pareciera que opera bajo instrucciones de llevar operativos a grupos donde sabe se oculta corrupción y enanos de su circo que podrían crecer.
Bien pareciera que la Profeco como otras dependencias del gobierno federal operan bajo instrucciones alejados de la legalidad y si para cumplir objetivos.
Ahora fueron 23 productos de 19 marcas y 2 de yogurth. Insisto no es un suceso inédito, basta ir hacia 2010 y encontramos algo similar.
Aquí la Información de ese año:
“Marcas como Nutri Leche, Nido, Carnation Clavel, Great Value, Hershey’s, Alpura, Lala y Kellogg’s All Bran fueron sancionadas por la Profeco al comercializar productos lácteos con información engañosa o con alteraciones en su composición.
La dependencia impuso una multa de 25.8 millones de pesos a 130 marcas e inmovilizó 4 millones de productos, en un operativo de verificación que inició desde el segundo semestre de 2008 y concluyó este año. (2010)
Algunas presentaban declaraciones prohibidas como “ayuda al rendimiento”, “nutrición avanzada”, “protección avanzada” y “protección cerebro y cuerpo”, las cuales no se pueden utilizar porque se trata de alimentos y no de medicamentos.
Otra leyenda como: “Es la línea de bebidas saludables”, tampoco se puede utilizar.
Hay otras que emplean frases que inducen al error o miedo en el consumidor, como “sabías que cerca de 25 millones padecen osteoporosis en México”.
José María de los Santos, subprocurador de Verificación de Profeco, admitió que la sanción impuesta está por debajo de los beneficios que obtuvieron las firmas al vender estos productos, sin embargo, señaló que continuarán con los operativos para evitar reincidencias-
“Si se toma el monto de la multa en consideración a las ganancias que obtienen las empresas, sí es una cantidad muy mínima. Lo que busca Profeco no es salir a imponer 50 o 100 millones de pesos, sino lograr que estas empresas actúen de manera responsable, que se vendan productos que cumplan con la ley”, justifico el funcionario federal.
Algunas de las marcas que cayeron en irregularidades incluyen familias de productos, como sucedió con Hershey’s, Lala y Alpura.
Profeco también evitó la venta de alimentos caducos o con una cantidad menor a la declarada en el empaque, dijo el funcionario De los Santos.”
Fuentes:
Reforma, Negocios, pág. 2
Expok, Negocios y sustentabilidad. Página web.
Hasta ahí la información difundida ese año. Y si rastremos aún más atrás encontraremos casos similares pero que no tuvieron la cobertura que hoy si tienen los quesos. La revista por muchos desconocida de Protección al Consumidor reseña e informa de muchos productos con anomalías. En este contexto y analizando la información del 2010 no es un aplauso que merece el presidente de México, es una acción que debió de hacer como se hizo en otras administraciones, solo que ahora se buscan reflectores y busca la gracia del pueblo.
Así que estimado lector antes de comprar y consumir, verifique lo que compra.
Puntos suspensivos…
Nos quedan varias dudas ¿Que hace la Profeco en Chiapas con los precios altos y los operativos en las gasolineras ante infinidad de quejas? ¿Deben ser denunciadas? ¿No hay operativos?
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