Eficiencia y deficiencia en el servicio del Hospital Pascasio Gamboa al IMSS en Chiapas.

Palabras JJustas

Lulú Ovilla

28 de febrero de 2022.

En varias ocasiones he tenido la oportunidad de caminar por las diferentes áreas del Centro Médico Siglo XXI (esta la más reciente), el Hospital Regional Pascasio Gamboa y finalmente el Hospital No. 2 del IMSS, mejor conocida como la clínica del 5 de mayo, afortunadamente puedo decir tajantemente y con conocimiento de causa que, uno de los ejes del Gobernador Rutilio Escandón, en materia de salud, se están llevando a cabo de manera excelente. 

Esto sale a colación y en referencia al Hospital Regional Pascasio Gamboa, son muchos los buenos comentarios que tengo y que me constan, sobre la atención, las instalaciones, el servicio, ahora si como dicen, del 1 al 10 que calificación le darías, sencillamente 10, al Centro Médico Siglo XXI, por lo consiguiente, yo no sé si fue la pandemia que nos sacudió a todos y movió, almas y corazones, pero el espíritu de servicio se aprecia en cada rincón.

El personal médico, enfermeras, auxiliares, personal administrativo, camilleros, absolutamente todos, o por lo menos la mayoría, se han humanizado, la fe, la confianza, la esperanza, ha congregado poderosas fuerzas humanas, la medicina ha sufrido muchos cambios tan intempestivos, pero no ha perdido su carácter fundamental, ese acto médico que los lleva a salvar vidas, aun en contra de la suya. 

Deje al último al Hospital del IMSS del 5 de mayo, ya que de los 3 hospitales que he mencionado, desgraciadamente este es el que se ha quedado rezagado en muchos aspectos desde hace ya mucho tiempo, por no decir años, basta con decir que, desde que llegas, en la entrada te recibe personal de seguridad privada, con malos modos, son groseros o (as), son incapaces de entender que si uno está ahí no es por gusto.

Son también discriminatorios, ejercen su poder para intimidar a personas vulnerables, llámese, adultos mayores, personas de condición humilde, saben dónde desquitar su frustración por estar en un trabajo que no les gusta, pero que por su necesidad tienen que realizarla, ya pasando el primer filtro, te encuentras con la recepcionista del consultorio, que te pide vayas por tu expediente al archivo.

Si sabes dónde está, es tu día de suerte, pero si eres un adulto mayor, solo, sin ningún acompañante, que ya no caminas bien, que ya tu vista no te permite leer bien y te apoyas de un bastón, te pierdes en ese mundo de gente, luego te encuentras con una gran hilera de derechohabientes esperando que les entreguen su expediente, en muchos casos la entrega es tardada ya que los documentos se extravían, porque no son guardados en su lugar.

Para cuando llegas al consultorio de nuevo, ¡oh sorpresa!, el médico tuvo una emergencia y se retiró y te agendan otra cita para dentro de 3 meses, en ese ir y venir por los pasillos del hospital, te dan deseos de hacer uso de alguno de los baños que se encuentran en el camino, pero con tan solo acercarte se te quitan las ganas de entrar, están mal olientes, las puertas de algunos baños están a punto de caerse, no hay papel higiénico, jabón para manos, ni gel. 

Es muy lamentable vivir situaciones de: perdida, dolor, angustia, incertidumbre, hambre, desvelos e incomodidades y en temporada de lluvias, para que les cuento, en un hospital como la Clínica No. 2, del 5 de mayo, que recibiendo recursos económicos federales y de empleados que laboran en empresas particulares, no exista la más mínima calidad humana y su servicio sea tan deplorable, hablando claro, de los directivos.

Si usted querido lector cree que ya es todo, falta hacer mención en que situación trabaja el personal médico, así como el personal administrativo, me llego información en uno de los diferentes medios que manejo, donde me relatan como: el personal administrativo tiene que comprar: hojas blancas, lápices, plumas, borradores y hasta el uniforme que usan, en cuanto a las hojas blancas les dan una dotación mínima de 20 hojas, para que trabajen.

Con el personal médico y pacientes no es nada la diferencia, los médicos también compran sus batas, estetoscopios y vaya usted a saber qué cosas más, cuando algún paciente es atendido en la sala de urgencias, siempre pero siempre, tienen la mala costumbre de estarte pidiendo, ya sea medicamentos o cualquier otro insumo, bueno hasta agua, para que  el paciente pueda tomar sus medicamentos.

Pasas horas y horas parado con tu familiar, en la caótica sala de urgencias, no existe una silla donde te puedas sentar en lo que algún medico atiende al paciente y si de puro milagro hay una silla, esta toda, vieja, rota, oxidada y es de algún buen médico que se compadeció y la presto un momento, en piso donde ya es subido el derechohabiente, se encuentra uno con una cama con sábanas, eso sí, muy limpias, pero muy viejas y desgastadas de tantas lavadas.

Viene personal y te da una bata, cuando te la pones ves que tiene agujeros, incluso ya no quedándote de otra, hasta haces chiste de ella, eso como para hacer más llevadera la suerte de estar en una clínica del IMSS, bueno ya tu paciente salió de la sala de urgencias, ya está en piso como se acostumbra a decir, ahora viene lo más duro y difícil para el familiar que se queda a cargo de los cuidados del enfermo por muchos días.

Que diferencia del Centro Médico Siglo XXI o del Hospital Regional Pascasio Gamboa, en el primero hasta un sillón reposet o reclinable hay para el familiar del paciente, en el segundo hay sillas cómodas para cada persona responsable del enfermo, y en la clínica del IMSS del 5 de mayo, si no hay ni para hojas blancas para poder trabajar, mucho menos habrá para sillas en cada cama de cada paciente hospitalizado.

Cuando me toco estar en el Centro Médico, le dije al médico que si no había el medicamento que necesitaba que me dijera para comprarlo, a lo que él contesto: señora este hospital tiene la responsabilidad de darle todo lo que usted necesita y si no lo hay se deberá de comprar y así fue, cuando me toco estar en el Hospital Regional, me sorprendí de la pulcritud con que era limpiado cada rincón y de todas las veces que lo hicieron.

Que  el lema que utiliza el Instituto Mexicano del Seguro Social, “Seguridad y Solidaridad Social”, se convierta verdaderamente en una realidad y no en un desconsuelo, para el personal médico en general, administrativo y hasta el personal de limpieza, que trabaja con muchas limitaciones, la responsabilidad es de los directivos, que no haya excusas ni pretextos, porque el recurso fluye y muy bien.