03 ENERO 2019
Leonel Durante López
*Jair Bolsonaro la nueva amenaza
*Bolsonaro podría revivir los escuadrones de la muerte
*Manuel Velasco y Eduardo Ramírez los más corruptos
El 6 de septiembre del 2018, el capitán retirado Jair Bolsonaro, candidato de la extrema derecha a la Presidencia de Brasil, fue atacado con un cuchillo en un acto de campaña.
Una semana antes de realizarse la votación de la segunda vuelta presidencial en Brasil, en la Ciudad de México, ya cuando Andrés Manuel López Obrador había ganado la presidencia de México, diversas organizaciones de aquel país y de México convocaron a un mitin contra Jair Bolsonaro, el candidato de la extrema derecha que para ese entonces encabezaba las preferencias electorales.
El argumento fue que el candidato Bolsonaro enarboló un discurso de odio con ataques directos a las mujeres, los afrodescendientes, la comunidad LGBTQI+, los pueblos indígenas y campesinos y los migrantes, aseguró el Colectivo Regina de Sena Mexico-Brasil Contra El Golpe.
El 28 de octubre del año pasado el ultraderechista Jair Bolsonaro ganó la presidencia de Brasil luego de que el Tribunal Electoral lo declarara como el ganador de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Fue un triunfo con un 97.38 por ciento de los votos contados, Bolsonaro logró el 55.42 por ciento de los sufragios, mientras que su adversario, el socialista Fernando Haddad se quedó con el 44.58 por ciento.
El Colectivoacusó a Bolsonaro de homenajear al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, exjefe del DOI-Codi, señalado de tortura durante el periodo de la dictadura militar en 1964.
Por ello, el colectivo llamaba a detener el ascenso de un gobierno fascista en Brasil dado que se “está alentando a grupos fascistas a cometer actos de violencia en las calles, que se multiplicarán si Bolsonaro gana.
Un experto de la ONU Paulo Sérgio Pinheiro, alertó que Jair Bolsonaro, es un lunático “neo-Hitlerista” y fundamentalista evangélico y advirtió que además de los peligros de caer en una política neofascista, Brasil podría tener “un retroceso catastrófico” en todo lo que tiene que ver con la promoción, la protección y el goce de los derechos humanos.
“Yo veo que la ascensión de Bolsonaro tiene unos puntos de contacto con Hitler y nadie lo va a controlar cuando sea elegido y tener un presidente neofascista en América del Sur va a ser complicado y peligroso para el mundo”, advirtió en entrevista el especialista.
El primer día de 2019, el capitán retirado Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil. Y no negó la cruz de su parroquia reiteró sus promesas de campaña basada en la defensa cabal de la democracia, pedidos de una sociedad sin discriminaciones -aunque, eso sí, basada en los principios judaico-cristianos-, guerra extrema a la corrupción, derecho de los ciudadanos a defenderse, es decir, armar a la población como forma de dar combate a la violencia), crítica a la “sumisión ideológica”, como si cada uno de sus gestos no respondiese a una ideología de extrema-derecha.
Bolsonaro en su discurso repitió una y otra vez, hasta que se cansó la palabra “Dios”, y se felicitó al igual que a sus electores, por haber “librado el país del comunismo.
Con su gobierno, reiteró, estarán rescatados y protegidos “los principios básicos de nuestra sociedad”, resaltó la importancia de asegurar una educación “sin ideología”, de preservar a la familia, y a cierta altura.
Los desplantes de Bolsonaro
Se dice que al terminar su discurso en el Congreso, Bolsonaro se dirigió a los diez mandatarios presentes para saludarlos calurosamente. Unos merecieron especial atención, como el premier de Israel, Benjamin Netanyahu, el mandatario chileno, Sebastián Piñera, y el húngaro, Viktor Orbán. Tendió la mano a todos, excepto a uno, a Evo Morales, presidente de Bolvia, primer desplante. ¡Qué bueno que no fue el presidente de México Andrés Manuel López Obrador a la toma de posesión, porque le habrían aplicado la misma dosis que a Evo!
Otro más, cuando el vicepresidente, el general Hamilton Mourão, tomó una punta de la bandera y los dos juntos llevaron el público al delirio, cuando repitieron uno de los “mantras” o frases de su campaña: “Mi bandera jamás será roja”. El comunismo, pues, sufrirá otra derrota, según creen el capitán, su general subalterno y sus seguidores.
Mencionaba al inicio de mi columna el atentado de que fue objeto Bolsonaro, por lo que ya como presidente no dará tregua a la delincuencia, luego que este jueves el gobernador del estado de Río de Janeiro autorizó a la policía a matar a delincuentes armados con fusiles.
Wilson Witzel, que durante su campaña prometió combatir el narcotráfico y la corrupción, hizo las declaraciones en una entrevista con la radio Band News.
Witzel reiteró sus promesas de combatir el crimen, uno de los mayores problemas en el estado, al calificar a los narcotraficantes de “narcoterroristas” y añadió que serían “tratados como terroristas”.
Pero eso no es lo grave del caso, sino al ser considerado Jair Bolsonaro, como un lunático “neo-Hitlerista” y fundamentalista evangélico, además de los peligros de caer en una política neofascista, Brasil podría tener “un retroceso catastrófico” con el regreso de los escuadrones de la muerte.
Las milicias surgieron hace unos 20 años ante el abandono gubernamental de muchas barriadas de Rio, demostrando también la corrupción enquistada en sus mal pagados y violentos cuerpos policiales.
Estas son consideradas herederas de los «escuadrones de la muerte» que en la dictadura militar (1964-85) eran contratados por comerciantes o caciques políticos para «limpiar» la violenta periferia de bandidos o adversarios incómodos, explica a la AFP José Cláudio Souza Alves, experto de la Universidad Federal Rural de Rio.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reveló recientemente que el 63% de los niños de nueve a 12 años que murieron en el país en 1989 fueron asesinados.
Durante el año DE 1990 445 niños y adolescentes murieron en Río de Janeiro asesinados por los escuadrones de la Muerte o por traficantes de drogas. Las misiones de jóvenes abandonados que circulan por las ciudades brasileñas son las principales víctimas de estos grupos de exterminio.
Finalmente señalar que la ascensión de Bolsonaro tiene unos puntos de coincidencia con Hitler, lo que quiere decir que ya en el poder nadie lo va a controlar y tener un presidente neofascista en América del Sur va a ser complicado y peligroso para el mundo.
Expertos en política internacional vaticina que Brasil tendrá un retroceso catastrófico de la política de Estado de derechos humanos, y esa política de Estado que todos los gobiernos democráticos anteriores confirmaron, irá a parar al bote de la basura, de ahí que los organismos internacionales no quiten los ojos de Brasil, porque ya Bolsonaro empezó hacer de las suyas como la de pretender apagar el fuego con fuego.
El güero llorón y zanja negra lo peor de Chiapas
Blindados con el manto de la impunidad, el ex gobernador Manuel Velasco Coello, hoy protegido por el manto de la impunidad que le da el cargo como senador de la República, así como su cunca Eduardo Ramírez (a) zanja negra, a pesar de tener cargos públicas, ya ponen los ojos en el 2024, en donde coludidos con su cómplice el senador y coordinador de la bancada de MORENA en el senado, Ricardo Monreal, a fin de extender otros seis años para vivir como parásitos, a expensas del pueblo.
El primero, el que robó las arcas del pueblo a más no poder y dejar al estado en quiebra y a la población en la total indefensión, no ha perdido su sueño de ser el presidente de México, además que confía que el actual presidente de México y dueño del partidos MOREN, Andrés Manuel López Obrador lo apoye en su nueva aventura, como lo hizo en Chiapas para imponer a todos los diputados locales y federales, así como de sus incondicionales en el senado de la república.
Por ello, también anda muy entusiasmado zanja negra que la suerte lo siga acompañando para poder ser el gobernador interino, o de plano desplazar a Zoé Robledo Aburto, subsecretario de Gobernación, el más viable sucesor al actual gobernador de Chiapas Rutilio Escandón Cadenas.
No hay que perder de vista a estos dos sátrapas, pues se sabe que desde el Congreso de la Unión están confabulando para desestabilizar los poderes en Chiapas.
Esto porque no les fue del agrado que el Congreso del estado aprobara retirar todos los guardaespaldas que tenían a su servicio exmandatarios y funcionarios y sus familias.
Del Montón
A 25 años del levantamiento, los zapatistas ya se estaban aburriendo metidos tarde y noche en la selva lacandona los 3765 días del año, por lo que decidieron para matar ese aburrimiento enfrentar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ni tardo ni perezoso desde la Ciudad de México les manda un mensaje a los zapatistas: “amor y paz”. Ante la resistencia al proyecto del “Tren Maya” anunciada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el presidente Andrés Manuel López Obrador, respondió: “a mí nadie me van a cucar”. Es decir, en pocas palabras, la estrategia, según se vio, es no levantar el guante y dar paso al amor y paz. * * * “Me patea el hígado el saber que organismos internacionales como Transparencia Internacional nos coloca en el sitio 135 en corrupción… me indigna, me molesta, no puedo decir otra palabra. Eso se acabó”, espetó el presidente Andrés Manuel López Obrador quien advirtió que los servidores públicos de todos los niveles, deberán dar a conocer su información patrimonial, e inclusive, de sus familiares cercanos, para poder continuar en el gobierno, lo tendrán que transparentarlos “por condiciones de índole moral”, aquel que se niegue a informar sus declaraciones patrimoniales, no trabajará en el gobierno. La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, así como los titulares de Educación, Esteban Moctezuma Barragán y de la Consejería Jurídica del Ejecutivo, Julio Scherer Ibarra, así como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Josefa González Blanco Ortiz Mena, no aceptaron hacer pública su información patrimonial. * * * Eso es todo por hoy, hasta el lunes próximo primero Dios con más de los mismo.
leoneldurante@gmail.com