¿A dónde vas Enrique Peña?, diríamos parafraseando al cobardón rey de España, Alfonso XII. La nave—para seguir el lenguaje de los políticos mexicanos, va a la deriva. Los signos de la entrega total a Estados Unidos van en aumento. Trump nos insulta, Trump se entromete en la política mexicana: El anuncio del Secretario  Kelly de que un izquierdista le haría mal a México, sólo significa que su gallo cantará en su “patio trasero”. Se trata de posicionar al simpatiquísimo Videgaray. De esa manera convierte a nuestro otrora al orgulloso país en materia  de política exterior en un monigote  más  de la derecha latinoamericana.

Y por si algo faltara, recibe como jefe de estado a la esposa de un opositor reaccionario de la derecha venezolano: Leopoldo López y se suma a la jauría intervencionista que quieren derrocar al Presidente Maduro porque así se les ha ordenado desde el Pentágono. Venezuela le respondió: primero da el ejemplo: arregla tu casa. Esperamos que, el pueblo venezolano, con OEA o sin OEA, gane la pelea. A ver cómo queda EPN.

Ah, por cierto, ya me contagié del virus de la crisis mental, enfermedad   descubierta por el siquiatra Peña Nieto, científico que, aunque no ha leído ni tres libros, dio con la clave de la problemática nacional. 99 % de los mexicanos estamos contagiados. El otro 1% está protegido por la mafia del poder.  La mayoría sólo tenemos un antídoto: votar por López Obrador.

Y precisamente ese tema atosiga a Peña Nieto y es por es que están haciendo hasta lo más chueco e indigno para que gane el PRImazo en el estado de México. Tan así que fue a hincarse a los obispos para que enarbolen la bandera tricolor y desde el púlpito arenguen a los jodidos para que lo salven. Si pierde el estado de México, digo es un decir…

Un sujeto llamado José Antonio Sánchez, español y para mayores señas presidente de radio y televisión españolas, dice que los aztecas fueron tan sangrientos como los nazis, Obviamente es un ultraderechista. Afirma que los conquistadores de América fueron doctos, que leían a Petrarca y a Dante. Se pregunta: ¿en qué cabeza cabe que los españoles se iban a dedicar al exterminio de seres humanos? Por lo dicho, el señor Sánchez olvida la caterva de aventureros ignorantes y ambiciosos que se hicieron a la mar. Algunos frailes ilustrados son la excepción: Bartolomé de Las Casas, Vasco de Quiroga, entre otros. Los más, llegaron, destruyeron ciudades y sobre sus ruinas construyeron sus palacetes. Violentos encomenderos. Torturas santas de los inquisidores y por si algo faltara: sífilis, viruela y etc. O sea, unos santos varones. Destruyeron una civilización y nos trajeron una visión oscura del mundo con su iglesia medieval.  Todas las culturas, de una u otra manera, han tenido sacrificios humanos. Alemania, Ruanda, Armenia, etc. Algún romántico trasnochado replicara: ah, pero nos trajeron una bella lengua: el español. Cierto, pero junto a ello destrucción, esclavitud, abusos a granel durante tres siglos. Si el señor Sánchez quiere un ejemplo del nazismo, que no vaya muy lejos, en su tierra sufrieron durante cuarenta años un Nazi de pura cepa: Francisco Franco.

A Tomás Yarrington, exgobernador de Tamaulipas lo dejaron pasear y  ahora lo detuvieron en la bella Florencia, Italia. De aquí a las elecciones todo será a cuentagotas. Siguen los Duarte, pero todo con serenidad y paciencia. Hay que dar el golpe mediático.

Ante la amenaza de la huelga de hambre de los Premios Chiapas, ya abonaron tres meses. Se conjuró el asunto. Como ya estamos en la cuarta edad, no iba a faltar uno o dos mártires de la cultura. Ya Sandoval, ya don Roberto, pónganse al día. Los cultos y culteranos también comen.

CHIAPAS

Última vez que toco el tema. Arar en el desierto es un espejismo.  Ganó la corrupción, la indolencia, el cinismo. La reserva “Gertrudy Duby”, en San Cristóbal de Las Casas, agoniza. El silencio es herido por las motosierras. Los árboles no mueren de pie. El verdor desaparece. La montaña está llena de cicatrices.  No hay vuelo de pájaros, sólo el vuelo de la impunidad. Gracias a las tres instancias de gobierno: Gracias Manuel Velasco Coello por tu preferencia por el verde depredador, Gracias Carlos Morales Vázquez, Paco Gurguha, por cumplir con el medio ambiente cobrando puntualmente vuestra quincena y seguir permitiendo, dejar hacer, dejar pasar. Gracias delegados federales de Semarnat,  Profepa y anexas, de cuyos nombres no quiero acordarme. Gracias ínclito alcalde coleto, Marco  Antonio Cancino, por su cristiana complicidad. Gracias a todos los involucrados que están permitiendo la destrucción, no sólo de la reserva, sino de las montañas circundantes de la bella SCLC. Sólo nos queda parafrasear al poeta clásico y augurar el futuro que ya nos alcanza:” Estos Fabio, ay dolor, campos de soledad, mustio collado, fueron en un tiempo la San Cristóbal famosa”

La noticia del año: Anahí vuelve a la cantada… ¡Y?

Don Raciel ya es fiscal. Había candidatos sólidos, sin cuestionamientos. El por qué, ya lo sabremos pasado los años. Por cierto, don Horacio Culebro Borrayas no quita el dedo del renglón. A pesar de la reciente embestida en su contra, mantiene lo dicho: el que quiera confirmar algo al respecto de las turbiedades denunciadas que vaya a la PGR o a la DEA. Ya veremos dijo un ciego, aunque el peor ciego es el que no quiere ver.

Ironías de la vida política chiapaneca: los consejeros electorales enfrentándose a la vergüenza pública y el autor de sus males en las revistas del corazón.

El gobierno que escucha y atiende, sigue haciendo sufrir a los pacientes de los hospitales. Baste un ejemplo: en  el Hospital de las Culturas, de San Cristóbal no funciona el equipo de rayos X y el tomógrafo.  Ah, y tiene valor agregado: las enfermeras en huelga de hambre, siguen en su lucha. No las atienden. Esperan la primera mártir de la salud para actuar. El colmo. Idiay pues…

Murió el alto poeta, chiapaneco, universal, Juan Bañuelos. Lo conocí desde la adolescencia. No como poeta sino por la circunstancia de ser compañero de Secundaria de su hermano menor, Armando . Andando el tiempo supe que era de los integrantes de “La Espiga Amotinada”. Deja un legado trascendente por la profundidad de su obra. Por fin lo conocí y disfruté de su charla. Mi admiración hacia él era por un todo: su ser y quehacer eran uno. Congruente hasta el último suspiro. Mantuvo su amotinamiento en lo poético y en lo social. No vendió su palabra. Se comprometió con los desposeídos. Quien vive en paz muere en paz. Juan, en el recuerdo, siempre.

Y ya con esta me despido: Como ya no tenemos remedio, ¡Salud!. Total, en Semana Santa, camarón que se duerme se lo llevan los cocteles.